¿Qué significa que el bebé venga de nalgas?

Opciones y cuidados.


Cuando el bebé no está en posición cefálica.


Durante las últimas semanas del embarazo, la mayoría de los bebés adopta una posición en la que la cabeza se orienta hacia abajo, lista para el parto. Sin embargo, en algunos casos el bebé permanece con las nalgas o los pies hacia abajo. A esta presentación se le conoce como presentación pélvica o bebé "de nalgas". Aunque puede generar preocupación, es una condición relativamente frecuente y tiene opciones claras de manejo.


Por qué ocurre la presentación de nalgas.

La causa exacta no siempre se conoce, pero algunos factores aumentan la probabilidad de que el bebé permanezca en esta posición. Entre ellos se encuentran la prematuridad, embarazo múltiple, variaciones en la forma del útero, niveles anormales de líquido amniótico o antecedentes de presentaciones pélvicas previas. En muchos casos, el bebé aún tiene espacio para rotar y cambiar su posición por sí solo antes del parto.


Cómo se diagnostica.


La presentación de nalgas suele identificarse durante el control prenatal rutinario a través de la palpación abdominal y se confirma mediante una ecografía. Esta evaluación permite conocer el tipo de presentación, la ubicación de la placenta y la cantidad de líquido amniótico, elementos clave para definir el manejo más seguro tanto para la madre como para el bebé.


Opciones de manejo cuando el bebé viene de nalgas.


Dependiendo de la semana de embarazo y de las condiciones maternas y fetales, existen distintas opciones de manejo. En algunas pacientes, se puede intentar una versión cefálica externa, un procedimiento en el que el médico, mediante maniobras en el abdomen, busca ayudar al bebé a girar. Este procedimiento no siempre es posible ni recomendable, y su indicación depende de factores como la posición de la placenta, el bienestar fetal y la experiencia del especialista.

Cuando la presentación de nalgas se mantiene hacia el final del embarazo, la vía de nacimiento más adecuada suele ser la cesárea, ya que reduce riesgos para el bebé en comparación con un parto vaginal en esta posición. La decisión final siempre se toma considerando la seguridad materno-fetal y las características de cada caso.


Cuidados y seguimiento durante el embarazo.


Las pacientes con bebé en presentación pélvica requieren un seguimiento más estrecho en el tercer trimestre. Este control permite vigilar los movimientos fetales, la posición del bebé y cualquier cambio que pueda indicar la necesidad de ajustar el plan de nacimiento. Mantener una comunicación clara con el obstetra y acudir puntualmente a las consultas permite tomar decisiones informadas y disminuir riesgos.

Que el bebé venga de nalgas no significa que el embarazo esté en riesgo, pero sí requiere una evaluación cuidadosa y decisiones basadas en la seguridad. Con un control prenatal adecuado, un diagnóstico oportuno y una planeación personalizada del nacimiento, es posible asegurar un proceso seguro tanto para la madre como para el bebé. La evaluación profesional es esencial para elegir la mejor estrategia y acompañar cada etapa de forma tranquila y segura.